Quizá hayas oído hablar alguna vez de la leche dorada. A lo mejor la has visto en la carta de un restaurante indio o te la has encontrado en los blogs culinarios más “in”… Pero, ¿qué es en realidad la leche dorada?
Estoy yo muy tranquila durante 11 meses inventando recetas. A veces se convierten en tal éxito que hay que apuntarlas y urge escribir un post en el blog; otras son simples engrudos únicamente comestibles por mí misma y que no merecen el honor y la gloria.
A pesar de que la foto de esta tarta tuvo mucho éxito en la página de Facebook , lo cierto es que no he descubierto la pólvora…pero te enseño a hacer pólvora, que también tiene su mérito. Es un tipo de pastel típico de la cocina macrobiótica.
Interior. Día. Cocina. Mujer joven (ejem) tiene la brillante idea, de buena mañana, de hacer uno de los postres preferidos por ella misma y aplaudidos por su (imaginario)público. Dos gatas merodean a sus pies.
Supongo que, a estas alturas de la película, os salen los dulces por las orejas… Y ahora vengo yo y os pongo la receta de estos pseudomazapanes rellenos. Tenía que haber sido más inteligente y haber posteado esto antes.
No eres veganx… Pues ya somos dos. Pero lo cortés no quita lo valiente: que no descartemos los productos animales del plato no quiere decir que tengamos que hacerlos el centro de nuestra dieta.
En nuestra finca, tenemos un árbol de membrillos que, por la razón que sea (espolear mi imaginación o sacudirme la pereza, problablemente), decidió darnos sus frutos de golpe y hacer que se empezasen a poner feos sin madurar del todo.