Aún recuerdo cómo de pequeña mis familiares me repetían la frase “¡¡Cuidado, no te vayas a ortigar!!” cada vez que mi curiosidad infantil me llevaba a acercarme, tocar, oler y recolectar plantas y flores silvestres. Junto con las silvas (zarzamoras) eran los grandes enemigos vegetales a temer. Con el paso de los años y un mínimo conocimiento de las técnicas de agricultura ecológica, supe que la ortiga era muy preciada para repeler algunos insectos pero también para reforzar los cultivos.
Donde yo vivo, cualquier minifundista que se precie, anhela que los calabacines ocupen un lugar destacado de su huerta. Quien más y quien menos, puso las semillitas de esta cucurbitácea en semilleros o bien compró plantón. Hace semanas todxs vimos crecer exponencialmente las matas y, con ilusión, comprobamos cómo florecían.
Interior. Día. Cocina. Mujer joven (ejem) tiene la brillante idea, de buena mañana, de hacer uno de los postres preferidos por ella misma y aplaudidos por su (imaginario)público. Dos gatas merodean a sus pies.
Supongo que, a estas alturas de la película, os salen los dulces por las orejas… Y ahora vengo yo y os pongo la receta de estos pseudomazapanes rellenos. Tenía que haber sido más inteligente y haber posteado esto antes.
Ayer me levanté en modo avena. Vaya usted a saber por qué. Yo y mi saco de avena solos en casa, podía pasar cualquier cosa…me dijo “ven” y lo dejé todo.