Hacer bocadillos apetitosos y saludables es algo que siempre me ha parecido desafiante y divertido. Te doy mis claves para hacerlo de una manera sencilla y mi receta de paté más preciada.
Aún recuerdo cómo de pequeña mis familiares me repetían la frase “¡¡Cuidado, no te vayas a ortigar!!” cada vez que mi curiosidad infantil me llevaba a acercarme, tocar, oler y recolectar plantas y flores silvestres. Junto con las silvas (zarzamoras) eran los grandes enemigos vegetales a temer. Con el paso de los años y un mínimo conocimiento de las técnicas de agricultura ecológica, supe que la ortiga era muy preciada para repeler algunos insectos pero también para reforzar los cultivos.
No sé qué es lo que nos pasa con las cosas de untar que a todo el mundo le gustan. Y a mí me chiflan. Hoy me doy cuenta de que aún no he colgado ninguna… pfffff, ¡¿por qué nadie me había pegado el toque?! Si vosotrxs, horda de fans, no me avisáis, yo seguiría en mi alegre ignorancia.
Escribo este post con la intención de que, al menos unx de vostrxs se atreva a cocinar cereal en grano. Resulta que en las últimas décadas nos hemos desligado tanto de los alimentos al natural, tal como se encuentran en la naturaleza, que ni los conocemos ni sabemos qué hacer con ellos.
A veces me paso con mis juegos de palabras. Llegan a ser tan idiosincrásicos (lo de inventar palabras me viene por parte de madre) que acabo entendiéndolos sólo yo, así que desentrañaré el título de este post: hice una crema muy coral: con lentejas coral, de color coral y con un reparto coral de ingredientes.
Todo empezó cuando en el programa Masterchef pusieron seitán como ingrediente principal para la prueba individual. La mayoría de lxs participantes hicieron platos que daban penita, por mucha flor comestible que le pusieran para hacerlos pasar por alta cocina.
A pesar de que la foto de esta tarta tuvo mucho éxito en la página de Facebook , lo cierto es que no he descubierto la pólvora…pero te enseño a hacer pólvora, que también tiene su mérito. Es un tipo de pastel típico de la cocina macrobiótica.
Interior. Día. Cocina. Mujer joven (ejem) tiene la brillante idea, de buena mañana, de hacer uno de los postres preferidos por ella misma y aplaudidos por su (imaginario)público. Dos gatas merodean a sus pies.
Supongo que, a estas alturas de la película, os salen los dulces por las orejas… Y ahora vengo yo y os pongo la receta de estos pseudomazapanes rellenos. Tenía que haber sido más inteligente y haber posteado esto antes.
No eres veganx… Pues ya somos dos. Pero lo cortés no quita lo valiente: que no descartemos los productos animales del plato no quiere decir que tengamos que hacerlos el centro de nuestra dieta.